miércoles, 28 de marzo de 2007

Día

Comenzó el día con una madrugada oscura que abría una primera mañana húmeda, de claustros, sombras, matices del gris. Las horas fueron avanzando en lluvias, lloviznas y claros entre las nubes que dieron paso a un mediodía de fuerza e imperio de la luz. Todo se había rendido ya al poder mirífico de la luz. La sobremesa era un galeón varado en una playa luminosa. Vino la tarde suave de azules graduados del celeste al índigo. El crepúsculo empastó el cielo de gris plomo y primera negrura: una tormenta de primavera, con el asfalto recién mojado y el olor a lluvia.
No se le puede pedir más a esta gran verdad de estar vivos.

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domingo, 25 de marzo de 2007

Normalidad

Ellos caminan delante, abriendo y guiando el paso de sus esposas. Niguno de los cuatro ha pasado de la mitad de los treinta. Su elección vital ha dejado ya huellas indelebles: la grisura casi soez de ellos, la ramplonería de ellas y de sus risas amortiguadas. Ellos, insignificantes, delante; ellas, inútiles, detrás.
La obligación marcada a fuego en nuestra especie de forjar nuestro propio destino, arrostrando lo desconocido, entrando más adentro en la espesura, nos permite despreciar a quienes han elegido vivir una caricatura de la vida y amar a los raros, a los vivos, a quienes son.

sábado, 24 de marzo de 2007

Imperio de la luz

Hay una tarde de marzo en la que sentimos que es ya irrevocable la llamada de la calle: la luz vespertina vence y abre las horas últimas del día y el aire se va haciendo más material y pesado que en los días de cristal de enero y febrero.
Esa tarde fue ayer. Con el alma nueva recorríamos la costa, viendo el poder y el imperio de la luz nueva. Luz que, sin saberlo, hemos estado esperando en las cavernas del invierno. Luz que nos abre el tiempo del gozo y de la vida.

Trabajo

Hay algo muy hermoso en hacer bien nuestro trabajo. Quiero decir, en vivir bien, pues es trabajo incesante y laboreo la vida. Desde el puro trabajo hasta el estirar tensas las sábanas de la cama en la primera mañana y dejar la habitación fragante, todo aquello que tiende a la más pura armonía, es lo único que deja el alma quieta y abierta. Hacer bien lo que tengamos que hacer y que las cosas, bellas, hermoseadas por nostros, nos digan en su mudez que es verdad la vida.

martes, 20 de marzo de 2007

Jorge Luis Borges

Pienso en su minúsculo apartamento de Buenos Aires, donde habían muy pocos libros y eso me exalta, pues intuyo que en esa voluntad de vida escueta había un amor total a la vida, más allá de la literatura. Pienso en las tardes que su obra convirtió en tardes más hondas, con el tiempo más quieto y el cuerpo más exacto. Pienso en sus palabras, que acompañan y riman la vida. Pinso en la felicidad sin paliativos, sin recovecos; en el gozo del intelecto en estado puro, ya vida, victoria, verdad.

jueves, 15 de marzo de 2007

Mujer

Que nos encuentre la tristeza en su seno, recogidos. Que la compasión de su cuerpo nos guarde de la vida y su amargor. Que su rostro bondadoso y bello sea la verdad. Que tardes, noches y horas sean su piel. Que su olor vista nuestro cuerpo al despertar. Que sea hogar y luz y noche serena.