miércoles, 13 de agosto de 2014

Alma de niño, corazón de gigante

 Paseando en un atardecer de oro por el campo, encuentro un busto casi escondido, en una placita, frente a la iglesia solitaria y cerrada de un pequeño grupo de casas; detrás, el cementerio diminuto rodeando el templo. Honra la memoria de un médico del pueblo, muerto hace ya años, que atendió a mi abuela, a mi madre. Era natural de San Juan de Moldes, esta aldea preciosa. Reza la inscripción :  A don Ramón Muiña, ... , providencia de los humildes, alma de niño, corazón de gigante.
  Sé que el almirante Nelson no tiene un monumento más glorioso en Trafalgar Square. 

lunes, 4 de agosto de 2014

Extraños nadadores

Esas cosas que se llaman la Felicidad :

una postal sobre la mesilla de noche y una  vela que huele a naranja y a cedro, y que tiene nuestro amor en su mesita de noche, 
cervezas casi en soledad en un largo atardecer recordando a los amigos, las copas y las conversaciones alegres y hondas de otras ocasiones,
el descanso sobre la cama, moroso y lento, con un libro que habla de una mujer bella y de una Rusia enfebrecida  de distinción y pasiones,
los pies descalzos del verano y andar  sin reloj en la muñeca,
soñar las vidas que no tenemos y los hombres que no somos y estar satisfechos de soñar y soñar,
soñar nuestro íntimo sueño,
leer a Cunqueiro, las camelias son la prenda de la resurrección terrenal,
sentirnos, con Virgilio, rari nantes in gurgite vasto.

Eso es todo.