viernes, 26 de octubre de 2007

Bizcocho

Encendida la cocina, se hace hogar el hogar con el horno muy caliente y la masa subiendo, esponjándose. Penetra el aroma suavísimo, la exquisitez de las cosas simples y hondas, por las vueltas y revueltas del hogar. Pienso en las manos peculiares de mi abuela, los dedos huesudos y brillantes, el olor suavísimo de su piel anciana. Coloco como ella lo hacía las porciones de manzana verde como medias lunas de olor. Me siento entero, y no estoy solo.
¡Qué goce triste este
de hacer todas las cosas como ella las hacía! Juan Ramón Jiménez
... elaborada en todo conforme a su receta
-reunidas las semillas, troceadas las mondas...- María Victoria Atencia

Principado

Un vivir más amable y el silencio, y las ganas de llorar, y la emoción y el color azul celeste y glauco y el viento tocando la piel de la cara. Asturias de esmeralda, suave. El olor del mar diciendo todo lo que no podemos nombrar, y el espíritu enredado en los árboles antiguos. Asturias.

viernes, 19 de octubre de 2007

Perfil romano

Miro tu perfil maravilloso y pienso que es verdad la vida y que la lluvia es nuestra lluvia y las horas de la tarde lenta de octubre, una ética profunda. Perfil hermoso y piel traspasada de siglos y de estéticas: es tu rostro una filosofía entera que habla de lo hermoso del pasado, de la diginidad del presente exacto y de la certidumbre de una belleza que no desvirtúa el tiempo, que permanece.

domingo, 7 de octubre de 2007

Casta diva

Casta diva, che inargenti / queste sacre antiche piante, / al noi volgi il bel semblante, / senza nube e senza vel. Que sea el invierno fecundo en horas lentas y la primavera azulísima. Que miremos con limpieza y hondura el maravilloso mundo, sin nubes, sin velos. Que la emoción de estar vivos nos colme muchas veces, y la sintamos, y nos provoque lágrimas que sólo nosotros veamos. Que guardemos silencio, atónitos de esplendor.

jueves, 4 de octubre de 2007

Milagros

Me gustan la lluvia y los días iguales, las calles vacías, el olor a mar que viene de no se sabe dónde, tu piel, la forma en que me mira A. cuando la encuentro por los pasillos, el aroma de un perfume de mi madre en mujeres desconocidas, el atardecer de los días de entresemana, los libros que me acompañan, el aceite, la hondura de la noche, cuando me tiendo en la cama, y desaparezco.