Fairground

Casi veinte años. Sonaba esta canción de Simply Red. Se abrían los días y las noches. Con qué fuerza estaba en la calle, tirado, abierto, entregado, inmensamente vivo. No tenía nada,  iba en busca de amor. Apareciste tú, mientras sonaba esta canción. Tenía, claro está, veintipocos años y era la vida una sucesión de intensísimas plenitudes : el mismo dolor era hermoso.

And I love the thought of coming home to you....

Aquella incasdencencia sigue alumbrándome, siempre al fondo del alma las brasas de aquel incendio hermoso de la juventud.

Sin palabras

La luz del final del día, mientras avanzaba la tarde de día de lluvia, del primer día de lluvia. Tras el agua gris, vino un sol pequeño magnífico de amarillo e incasdencencia para redimir el mundo. Para redimir mi mundo: pensar  y soñar despierto, sentir el oro de la luz, creer  la pureza y  el sosiego, no hacer nada, mirar con compasión, sobre todo a mí mismo, celebrar todo, tener en mí todo lo que es valioso, todo aquello pequeño y quemasdá. Y seguir soñando mientras vivo, poco a poco, sin palabras.