viernes, 20 de julio de 2012

Esperanza

Hace un  año vino la muerte de visita a mi casa. Aunque  se  cobró su presa, un año después el enfermo se ha recuperado y sigue la vida. Mi madre enfermó hace un año, hoy está sana. La muerte se ha ido. Hace un año celebrábamos la Virgen del Carmen, este lunes la celebramos de nuevo, después de este año tremendo.
Hace catorce años, en el mes de julio, vino la muerte a verme a mí. El día que se marchó, a mediados de ese mes, se leía en la eucaristía el salmo de Isaías que dice "el Señor libró mi alma de las tumbas vacías". Es  la lectura que hoy, 20 de julio, se lee en el ordinario de la misa.
Hace unos minutos mi cuñada me ha puesto la mano sobre su tripa y he sentido cómo se movía, lenta y sagrada, mi sobrina Esperanza.

lunes, 16 de julio de 2012

La Virgen del Carmen

Contemplando la costa de África desde la ciudad de Tarifa, el levante nos zarandeaba, haciendo de nuestro cuerpo vela tensada por la realidad, desplegada al viento, lona secada al sol y curtida. Borrachos de realidad, pedimos perdón a la vida por haberla negado tantas veces.
Ahora,unas horas más tarde, escribo, y viene a mi mente una frase que un poeta había escrito en un muro, frente a la playa de los Lances: si la vida no nos salva de la muerte, que el amor nos salve de la vida. Pienso también en la Virgen del Carmen, guardada en la lonja, una imagen triste y alegre de mi niñez pura. Pienso así en todas las formas de amor que nos atan y nos obligan a la vida.
Bajo la clemente luz del sol, no sé a quién darle las gracias.
 

lunes, 2 de julio de 2012

Dama de noche

      Rozando la media noche, entra por la ventana abierta de par en par un saludo del mundo, que nos ayuda a vivir, confiados a su belleza: el olor de la dama de noche, dándole luz al alma y sosiego.