domingo, 25 de febrero de 2007

Verdades de vida

Mi alumno A. L.-N. F., llevando de la mano a su hermana rubia de cinco o seis años, coletas y prisas, en la sobremesa de un día cualquiera, hacia las clases particulares, o la casa de sus abuelos, a las cinco de la tarde de un día primaveral de marzo. Era, guiando a su hermana por la calle, el hombre bueno, alegre e íntegro que será cuando el tiempo le alcance y le haga hombre.
Las horas de estas últimas tardes, con una brisa cálida de ya primavera y calidez, de promesas.
Todos los momentos en que, tras haber caído, nos levantamos.
Sola verdad que busco,
más que verdad de amor, verdad de vida.
Luis Cernuda

domingo, 18 de febrero de 2007

Rostro

Siempre me ha roto el alma una forma de acariciar el rostro: la palma de la mano abierta recorre la mejilla desde el pómulo hasta la barbilla. La he visto en madres con sus hijos, en despedidas, en momentos de especial alegría, cuando no bastan las palabras, cuando no se puede decir nada. Es una forma de compasión total, es una oración muda: ese acariciar de esa manera -deteniéndonos en la mejilla, recorriéndola- a quien tenemos delante y sentir toda la fragilidad y toda la belleza de la vida en esa vida concreta que nos ha herido y a la que sólo podemos tocar, adorar.

miércoles, 14 de febrero de 2007

Stars

Vestía un jersey azul oscuro y en la ciudad hacía mucho frío. Acababa de pasar los veinte y sentía que ya era el futuro. Aunque fuera sólo aquello -días fríos, soledad íntima, puertas abiertas en el muro de la realidad-, con qué intensidad vivía aquellos días promisorios. Estaba casi a las puertas de la realidad y aún no había salido de la ciudad adolescente. En esa vuelta, en ese quicio del tiempo, oía esta música y en el centro de las horas se abría una puerta escondida, que daba a un jardín secreto.

domingo, 11 de febrero de 2007

Patricia Conde

Viéndola reír, con ganas y sin ganas, pienso que su piel blanca y limpia debe de estar casi siempre muy fría. Piel erizada al tacto de unos dedos, piel blanca y muy limpia, extensa. Piel hermosa de mujer con las manos frías. Mujer rubia vestida de felicidad y días sencillos para vivir en pie. Mujer de piel blanquísma y fría, ojos de vida bella.
(Miércoles, 7 de febrero, 23.00)

sábado, 3 de febrero de 2007

Felipe Benítez Reyes

Su nombre es ya un anagrama eufónico. Me ha dado momentos altos de verdad: cuando la poesía es más que la vida, a fuerza de ser pura vida.

Encuentro un libro nuevo del que no tenía noticia: más versos, el trabajo de seis años. Dice su primera página: La misma luna,/ que alumbra la misma noche/ que precede al mismo día/ y es siempre otra. Rutina y maravilla, monotonía y milagro. Dice su última página: Suena dentro de ti/ la melodía esférica del mundo./ Cántala.

Lilas

Olor intenso a lilas, que huelen a las manos de mi abuela, que olían a los setos de boj del parque cuando el día era cálido y yo era pequeño. Ese olor es también el de la humedad pútrida de la iglesia en sombras, olor a seto de boj, olor a la vida de mi abuela, aroma de lilas y de vida buena y alta, intensa.
(Domingo, 30 de enero, 13:30)

África II

Atravesando la bocana del puerto, la ciudad es miles de hogares bajo el cielo en calma de la noche africana. Lugar fuera del mundo, paraíso pequeño, pequeña luz. Allí está tu hogar, tus cielos, tus días. Tú, que nada posees, ya has heredado una pequeña tierra de promisión donde la vida es de verdad. La multitud de las luces te hablan, te lo dicen.
(Sábado, 27 de enero, 23:15)