miércoles, 25 de enero de 2012

El enero de los jacintos

Recomponer la vida, ahora que en el centro de enero, en mitad del frío helador de este invierno, han florecido los jacintos. La maceta quedó olvidada en una esquina, al raso. Pasaron los días de diciembre, sin agua ni compañía. Al regresar de la Navidad, dos o tres tallos afilados y muy verdes guardaban ya una pequeña piña de un verde más claro, donde se adivinaban las flores. Días después, en la esquina del balcón, olvidadas y solas, en mitad del frío, nacieron las flores rosas y exquisitas del jacinto, su aroma delicado a vida.

Es momento de ponerme de pie, en mitad del frío también, ahora que los jacintos se abren a la vida, como ellos.