martes, 20 de septiembre de 2011

El alma y los días se ponen de pie

Saludo por la calle, en este septiembre, a los vecinos cuyo nombre no conozco, los que conviven conmigo en el día a día de la ciudad africana. La funcionaria del catastro, los padres de un antiguo compañero de clase de mi hermana, el dependiente de la tienda de electricidad, la cajera morena del súper. Esos "holas" amables acarician el alma, nos confirman. Es tiempo de vuelta. Los días se van poniendo de pie.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Covadonga

Llevo el amor a esta Señora sonriente en la masa de mi sangre. A mi sangre me debo, a la fe de mis mayores. Arrodillado ante Ella, cada año, después de besar la medalla que toca Su manto, la miro. Contemplo su rostro sencillo y solemne, el Niño que nos muestra, la roca que nos salva.



Antes de abandonar Asturias, nos llevaron ante Ella. Mi abuela Pilar nos acompañó. Sólo le pido que me deje mirarla como mi abuela la miraba, sencilla y solemne, las manos férreamente entrelazadas a la altura del pecho, los ojos vueltos al suelo. Sólo le pido a la Santina de Covadonga, una vez más, ahora y siempre, que nos guarde debajo de Su manto. Amén.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Tormenta

Primer día de septiembre. En mitad de la tarde, un viento loco quiere llevarse la ropa tendida y los fantasmas de la calle, por un momento vacía. Que se lo lleve todo, hasta que venga la tormenta, llueva con piedad y fuerza y regrese el cielo limpio y puro. Y siga la vida. Amen.