domingo, 6 de enero de 2008

Fe

Dos imágenes: los pascueros rojísimos al pie del Crucificado, y el Niño Jesús. Al besarlo, se me vino toda la tristeza y toda la alegría a los ojos, arrasados de lágrimas. Esa irracionalidad tierna es mi fe, una candela en la oscuridad, no el Sol, ha dicho el sacerdote. También el silencio, la certidumbre, la serenidad y la alegría triste que aprendí de mi abuela.