domingo, 22 de abril de 2012

Ronda, azul

Ya ha llegado la primavera al Sur. El sol, lento y firme, ha conquistado las mañanas. Desde muy pronto, es el día un inacabable espectáculo de azules, limpios y puros. La vida, bajo esa luz, tiene más ímpetu y más verdad: parecen las horas un lugar donde ser mejores, más puros también, más limpios. Queda todo por hacer y, con el sol dentro del alma, pensamos que también nosotros estamos invitados. Nos ponemos manos a la obra, sin más. Salimos a la calle de abril, a que nos dé la vida.

lunes, 16 de abril de 2012

Lisboa II

Vuelven los días de Lisboa, no se acaban. En mitad de las horas, entra en el almario un azul cielo color de mar y un mar celeste. Después, un rosa suave va impregnado el alma, hasta dejarla llena de pureza. Esos colores, azul y rosa, y un blancor único, van perfumando las horas y dejan el mundo lavado, nuevo y puro.

domingo, 8 de abril de 2012

Lisboa

Dos horas de la ciudad : la primera mañana, el poder de la pureza, y la tarde vencida, en esos lentísimos atardeceres. Y nada más, porque la ciudad enseña a callar, a no pensar en nada, a meterse en esa luz imposible, marítima y celeste, nave de la vida. Nada más: mirar la luz, meterse en ella, comprender.

Há metafísica bastante em nāo pensar em nada.