martes, 15 de abril de 2014

Abril, primavera

Sabemos que esta luz sólo nos la devolverá el mismo tiempo que en unos días, breves semanas, se la llevará consigo. Sabemos que ese tiempo volverá, en la próxima primavera, con el mismo don de la abundancia, pero ahora asistimos sobrecogidos al prodigio de una nueva primavera. La luz de las mañanas, gris aún o rojiza, se va abriendo lenta entre nubes deshilachadas y ligeramente espesas. Viene la primera mañana con un azul amarillento de pura luz , de casi plenitud, matizada de nubes pequeñas y circunstantes. Luego, el mediodía es un asunto sagrado, azul intenso y apenas dorado. 

Ha vuelto el tiempo primero de los tiempos y estamos aquí, viendo casi incrédulos, el prodigio. 

Es para nosotros.

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