lunes, 14 de abril de 2008

Espíritu

Me dice:
- No te preocupes tanto del alimento del cuerpo y ocúpate de alimentar el espíritu.

martes, 1 de abril de 2008

Roma andaluza

Después vino el verso de Lorca, aire de Roma andaluza le doraba la cabeza, antes, el viaje por el centro de Andalucía: Antequera, Estepa, Marinaleda, Écija. En la última ciudad había un monumento al sol y en Estepa, por las calles empinadas, cal muy blanca, señoras atareadas en la vida y dos monjas por la sombra de una calle principal, recién salidas de un convento de Santa Teresa. No les faltaba detalle: la toca negra y el rostro enmarcado en blanco de cal muy limpia y los hábitos marrones, cogidas del bracete y con una bolsa de plástico liada en la mano. En la fuerza suave del mediodía el corazón de Andalucía brillaba sin ruido, campos de cereal verdeando y lomas pardas, cortijos derruidos y pequeños pueblos de industria, mercado y primores. Sentía a mi derecha, al volante, la emoción de quien ama su tierra como una evidencia inconstratable y con una pasión que no hace falta explicar. Amor a las cosas pequeñas, variadas de esta tierra casi mía, y suya por nacimiento. Cayó la noche abierta y estrellada sobre los campos verdes y azules. En una venta cervantina, una manchada y un mojicón y la noche serena y un ¡buen viaje familia!. Y a seguir viaje por dentro del corazón en ascuas, soleado, verde, amante, agradecido.