viernes, 8 de julio de 2011

El verano

Hacía un año largo que yo no cruzaba las tierras del antiguo arcedianato de Montenegro, buscando la dulzura del país natal ... He comido del pan amasado en la vieja artesa de álamo, he metido el diente a una fría manzana de la huerta, me he dormido respirando un aire perfumado, unas veces manzana, otras membrillo. Y me ha despertado dos veces el enorme silencio. Ya entrada la mañana, el esquilón llama a coro a los señores canónigos. Palomas junto a la ventana, arrullándose, y otras que volaban al vecino bosque de Silva, todavía vestido de oro, carmesí y púrpura. De desayuno, leche acabada de ordeñar. Viene mi primo Moirón de Riotorto y me trae castañas. Me asomo al balcón y veo pasar caras conocidas, gentes con las que tengo que hablar, que se alegrarán de verme...Pasa Totona del almacén, ligera con todos sus años. Siempre que me habla me llama Alvarito, que me vio nacer. Huele a laurel, que ahúman chorizos en la casa vecina. Llaman a la puerta, y adivino quién es, por el toque de martillo... ¡Qué grande, rico y hermoso es el mundo!


Álvaro Cunqueiro, "El regreso a Citérea", 1970

jueves, 7 de julio de 2011

El canto

En el solar, al caer la noche, atruena el canto de la cigarra. Cada noche más intenso, más claro, más cercano. Está celebrando el verano, este verano, esta noche, esta hora, este viento cálido, este día de julio, este presente fastuoso.