Alter Mond
Para Cristina, Daniel y Jose Antonio
Antigua luna en el Carlos V, hace una semana. Frente a nosotros, una redonda luna de plenilunio iba muy lentamente subiendo, ascendía inmóvil, poco a poco aproximándose al semicírculo de la galería del primer piso, más allá de las columnas, poco a poco abandonándonos. Iba despacio la luna viajando, plena. Nosotros escuchábamos asombrados la música, sintiendo la alegría, el privilegio, la noche de junio y de Granada. Tantas noches. Tantas edades mías en las noches del Carlos V, y una sola verdad repetida todos los años: estoy vivo, es verano. Todo lo demás, es nada.
Y decía la canción de Kurt Weill: Es war das Schönste auf der Welt. Antigua luna en el Carlos V, que me vio casi adolescente, joven, ya maduro, que te vio a ti, tan hermoso con tu americana blanca y tu cara de patricio de poco más de veinte años. Sobre el tiempo, la luna antigua y la vida, entera, fragante, poseída.