miércoles, 21 de enero de 2009

Sweet land

Aparece una maruja, senadora por California, con un cardado años 50 y un cartapacio a punto de caérsele de las manos. Su público no es un grupo de amas de casa, sino el mundo. Todo es serenidad y lógica. Y orgullo. Va a cantar Aretha Franklin. Emerge vistiendo un abrigo gris perla y en su cabeza de negra maravillosa un primoroso lazo gris y enorme, tachonado de piedrecitas brillantes -una estrella por cada estado de la Unión, ha dicho, muy propia también, una compañera de trabajo-. La señora cuya cabeza corona un hermoso lazo gris perla coloca su mano derecha sobre el corazón. Y comienza a cantarle al mundo: my country ´tis of Thee, sweet land of liberty... No puedo escucharlo sin estremecerme, porque es, para todos, nuestra tierra de promisión: ejemplar en muchos sentidos, guardando lo mejor de Occidente, la savia de un valor que en Europa ya hemos perdido, y ávida de futuro, manos a la obra, aún joven e ingenua, orgullosa.

viernes, 16 de enero de 2009

J´attendrai

Suena la voz llena de la vida entera de Josephine Baker, y otra vez estoy contigo en la bella Italia, más jóvenes y aún sabios. Recuerdo mi americana azul y la luz de Italia en aquella primavera blanca. Te recuerdo, con el pelo largo, las gafas de pasta y la inmensa alegría. Recuerdo tu cuerpo descubierto tras meses sin ti en una habitación, cerca de Roma-Termini. Cómo vivir sin tus besos lánguidos, sin tu voz hablándome, tremando amor. Esta canción es la felicidad entera, llena de tristeza, de separaciones, de distancia, de espera: j´attendrai le jour et la nuit, j´attendrai toujours.

martes, 13 de enero de 2009

Agua

Una vez que yo estaba especialmente destruida, dice la Matute. Pues eso, una vez que yo estaba especialmente destruido, sentí con clarividencia que, dentro del agua, sumergido en el agua de la ría, melosa, fría, negra, yo estaba a salvo, bendecido por las aguas, y salvado. Eso lo siento ahora todas las semanas, viendo el maravilloso fondo azul blanco luminoso de la piscina, desplazándome sobre él, luchando para respirar, avanzando dentro del agua pacífica y siempre perfecta. Moviéndome hacia delante , desnudo y en plenitud, cuerpo que piensa, mente musculada, moviéndome hacia delante, como la vida misma.

martes, 6 de enero de 2009

El callejón de los días

Leyendo un poema de Vicente Núñez, se ha ido la mente a uno de esos momentos de marzo, abril, febrero incluso, en que la tarde ya se ha abierto en plenitud, aunque serena, y sentimos en el aire el peso de una calidez nueva, ya conocida de otros días iguales del fin de otros inviernos. Ese instante supremo en que vemos con la piel un tiempo nuevo, lleno de luz. Y eso me ha llenado de esperanza.
Y un perro inagotable les ladrará hasta siempre/ en el pálido y lento callejón de los días. "Paseo de los Tristes". Vicente Núñez

sábado, 3 de enero de 2009

Janvier

En mitad de la calle Larios, bajo la lluvia constante de la mañana de enero, de repente, el placer de estar vivo: gente abrigada y paraguas, compras, días que transcurren lentos e iguales. Tendido en la sobremesa, mirar el jardín de invierno, tan lleno de energía en su pobreza, esperando activamente, en silencio, los días nuevos que vendrán. Sentir la fuerza de las hojas verdes que se inclinan a la lluvia, de la tarde gris y brillante, de las horas quietas. Preparar té, rojo y oscuro. Y nada más. Eso es suficiente.
Algo hay/ de revolucionario/ en la felicidad del silencioso. "Autorretrato como asceta inconsciente. Juan Antonio González Iglesias