jueves, 30 de noviembre de 2006

Ceguera

Vivir, ciegamente, sin por qué; vivir, como un presente insólito que se nos está dando, como una alta obligación moral. Que sean las horas sin cuento de fuego, que muera el futuro a manos de un presente feroz, que sean fecundidad, hondura y gracia nuestra divisa.

Bella

Imagen del día: camisa blanca con un hermoso cuello blanco, vaqueros, una americana negra, pelo corto y oscuro, mirada dura y serena, andar rígido y desenvuelto. Sobriedad: era ella la belleza en medio de la sala, bella entre jueces, público, periodistas, garza morena, mujer a solas con su verdad. En la jaula de cristales blindados: jersey, camiseta, grisura. Mirada moviéndose entre aristas. Los brazos, contraídos sobre el tronco. Oscuridad.

martes, 28 de noviembre de 2006

Rojo

Camino del atardecer, el mar es oro y cobre y plata a un tiempo. El cielo, colores entre el blanco de los encajes antiguos, el rosa de los algodones azucarados, el rojo de la sangre fresca y el púrpura de la sangre espesa.
La verdadera emoción es salir al mundo, a la tarde de noviembre y sentir que es más que nosotros, que supera la conciencia, que no se deja atrapar en las redes del lenguaje. Esa honda satisfacción del no comprender es la sabiduría más alta a la que podemos aspirar. Y el sentido de la vida.

Simulación

Llega un momento en que a nuestro lado, sólo soledad o aquellos pocos a los que nos une un silencio hecho de tiempo y de vida, con los que no son necesarias las palabras. En esa hora de la vida, el simulador es la palabra derrochada en conversaciones vacías -más aún, falsas- , es la compañía que nos roba el alma y nos al entrega al dañino chisme absurdo, a la preocupación trivial que esconde el problema. En su persona confluyen a un tiempo mentira y daño, idiocia y herida. Quiere hacernos partícipes, desea vernos embarrados , sucios de su inanidad.
Sólo el silencio, para salvarnos en su pureza, para que nos cauterice.

primera mañana

Vendrán más mañanas, serán horas de otra luz cuando marzo venza los rigores del frío y asome la primavera su gloria y su paz, su aire sereno; pero estas mañanas de invierno, con la casa fría y la calle cristalina, llena de niños dormidos y madres templadas, con el sol muy alto, muy firme en su color blanco y exacto, son mañanas únicas. Mañanas en las que tu te vestías sobre la cama, por mor del frío, y después tomábamos un café, ateridos de frío y de emoción: éramos dos y nos amábamos.

cielo

Primera tarde de invierno, con el cielo de cristal, muy alto y muy limpio. Nubes dibujadas con nitidez sobre un azul puro. Frío primero que da más realidad a las cosas: la vida es una tarde exacta de noviembre, llena de cosas y vacía, luminosa, íntima, extraña a fuerza de rutinaria y ya vivida.