sábado, 31 de diciembre de 2011

Dos ancianas

Recuerdo los hilos de una conversación que ayer, en el tren Sevilla-Málaga, mantenían dos ancianas sentadas detrás de mí. Hermanas solteras, familiares seguro, amigas quizás de una vida entera, les resultaba imposible comunicarse. Regresaban de Sevilla, donde habían ido a visitar la exposición de Gonzalo Bilbao en el Museo de Bellas Artes. Sus dos voces, opuestas en lo más íntimo, iban chocando mientras Andalucía de verde fluorescente, sol y campo, entraba por las ventanas del vagón. El paisaje era bellísimo y el mediodía y la tarde de finales de diciembre estaban bañados de un sol puro de invierno del sur, casi primavera. A una de ellas ni esa luz pura la contentaba, ni la vida misma. Su compañera, con voz divertida, me había pedido que le abriera un botellín de agua, y su tono amabilísimo rimaba con el paisaje y con la luz. Eran dos imposibles amigas: cada vez que la voz risueña intentaba un comentario alabando el paisaje, preguntando el precio de los billetes, recordando los cuadros de Bilbao, la voz adusta, como un mazo, destacaba un problema, si no humillaba a su compañera: "nunca te enteras de nada, solo de lo que te importa", "no digas tonterías", etc.



Recuerdo ahora las últimas frases que les oí. Pensando en la noche de hoy, la anciana alegre dijo que esta noche ya no podría bailar, con lo que a ella le gustaba . Su voz estaba llena de melancolía, pero sobre esa melancolía iba la dulzura del vivir, el gozo. Su compañera no se arredró: "¿Bailar? Pero si tú solo movías el culo". Amarga, dura, seca. La voz pura, de oro y de mediodía le dijo, alegre y triste, casi iniciando la risa: "pues ya ni eso, ni mover el culo" Y quedó en la tarde malagueña un hondo brindis a la vida, pese a todo.

jueves, 29 de diciembre de 2011

En San Lorenzo

Antes de entrar en Tu casa, miro despacio la plaza entera, los niños eternos jugando locos, la terraza con los veladores antiguos, el despacho de lotería, los bares, los vecinos charlando. Todo lo que está tocado por Ti. Traspaso el atrio del templo y ya Tu presencia es abrumadora, física, todo lo llena, pesando en el aire eterno de la basílica. Me siento a ver Tu rostro, el volumen que ocupas en el altar, la verticalidad torcida de la cruz, Tus manos acariciando la madera. Pasa el tiempo.


Al salir, por Conde de Barajas, me dice mi madre al teléfono: "No tienes que hacer nada, basta con estar en Su presencia"


Que Tu Gran Poder, Señor, nos guarde, ahora y siempre.

Divagando por la ciudad de la Gracia

Al llegar a la ciudad de la Gracia, me encontré con estos versos de Keats:

On the shores of darkness there is light, /And precipices show untrodden green; / There is a budding morrow in midnight; / There is a triple sight in blindness keen.

Versos de cuando la vida estaba intacta, sin abrir. Vuelvo, otra vez, a Sevilla, a donde tantas veces llegué con mi vida intacta, sin abrir. Donde tan feliz he sido siempre. Otra vez Sevilla, sus promesas, su gracia de ciudad que espera el prodigio, siempre.

Ayer, en la tarde, el paseo largo por la Encarnación, churros y chocolate, Dueñas, Feria, San Luis, plaza de San Marcos, Doña María Coronel, el frío y Sevilla. Otra vez Sevilla, ahora con Carlos, su carita nueva, sin abrir, intacta. Y llevarlo de la mano, divagando por la ciudad de la Gracia, para que su infancia sabia me enseñe y me proteja.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Un camino en el bosque, junto al mar.

La senda iba haciéndose intrincada, a un lado el agua de la ría, enfrente los árboles sorprendidos, porque nadie en esa mañana de vísperas de la Navidad había penetrado en su recinto sagrado: árboles, musgo, helechos, un camino apenas trazado en la tierra húmeda, el olor a frío y a sal del mar de la ría, más allá del bosque. Entrábamos los cuatro amigos en busca de musgo, de un abeto, carpinteros de quince años, intrépidos y buenos. Ese olor a tierra, a eucalipto, a mar limpio, a frío, a mañana de diciembre, florida y dichosa, es la Navidad, es el Tiempo. Esa pobreza, ese presente puro, que los años devastaron y transformaron en otra pureza más triste, la de comprender, aceptar, perdonar.


Felices Pascuas, a todos.

domingo, 11 de diciembre de 2011

If I had another chance tonight

Volver, regresar para partir de nuevo, no sabemos adónde. Volver hacia atrás, y salir disparados, hacia un lugar que no conocemos. Regresar, volver, empezar otra vez desde el punto de partida. Salir, volver una vez más a intentarlo, desde dónde, hacia dónde, ahora que el mundo se ha vuelto del revés, ahora que buscan los hijos a sus padres y las noches a los días. Todo vuelto del revés, confuso y claro al mismo tiempo. El amor. Y ese título que leí ayer: "Hola, mundo".


Regresar, porque hemos perdido la senda y tenemos que llegar, a dónde, cuándo. Nos quedan, eso sí, Amor y Verdad, para subir, empezar de nuevo, rehacer, volver, subir, caminar, llegar adónde,quizás.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Mañanas de diciembre

Después de todo, otra vez diciembre y el Adviento, la espera y el cumplimiento. Este especial diciembre, florido, lleno de luz y de vida.

Mañanicas floridas
del frío invierno,
recordad a mi Niño
que duerme al hielo.
Mañanas dichosas
del frío diciembre,
aunque el cielo os siembre
de flores y rosas,
pues sois rigurosas,
y Dios es tierno...
Recordad a mi Niño,
que duerme al hielo.


Tan mayor ya, tanta vida, y se me llenan los ojos de lágrimas, con Lope y en este diciembre florido, milagroso.