martes, 26 de junio de 2012

Carmen Caminero

      La encuentro ya anciana, pero aún enérgica. Las pupilas azules más pequeñas. Nos saludamos, unos minutos breves, llenos de emoción, de reconocimiento.
       Al regresar a casa, siento el peso dulce de la nobleza, de la dignidad absoluta que ella aportó a nuestras vidas, allá, por el COU de hace más de veinte años. Sus palabras -solo he querido mostrar a mis alumnos todo lo noble de este mundo- siguen resonando en mi alma como un emblema moral, muy alto, que me ayuda a seguir y a dar las gracias, eternamente.

Quiero, Fabio, seguir a quien me llama / y callado pasar entre la gente. Andrés Fernández de Andrada

sábado, 23 de junio de 2012

Paradise revisited

   Otro año más se acerca el momento de regresar al Paraíso, esta vez por un mes casi completo. En el aire sofocante de África, un instante: el momento en que las tardes cantábricas se recogen en sombra, cielos grises y una quietud donde cabe la vida entera y muchos mundos. Esas tardes estivales, abiertas, frescas, que anuncian lluvia, que no llega, que esperan el milagro, y llega, de estar vivos.

lunes, 18 de junio de 2012

Plenitud solar

Quizás este sol inclemente, que no atiende a razones, nos permita no pensar y mirar callados, aprendiendo. Cuando los días se deshacen en horas de plenitud solar y horas frescas de sombra y calma, todo está solucionado: es la vida más grande que nosotros. Nos basta ser alumnos aplicados del sol, mirar como niños inocentes las horas del incendio, sorprendiendo las matices de la luz, aprendiendo maravilla.





miércoles, 6 de junio de 2012

Eso era la vida

Tengo el cuerpo tenso y relajado al mismo tiempo. La hora nadando en la piscina me ha lavado el cerebro y ha puesto mi cuerpo a pensar. Después del agua, ha ido pasando la tarde: buscando unos poemas de Hölderlin para leer el viernes con un alumno, en la página de Renfe planeando un viaje, dos lavadoras, risas al teléfono porque el viernes nos vemos otra vez, más trabajo, dos exámenes.

Eso era la vida, esta sencillez.

Vollkommenheit vereint sich so in diesem Leben, / Dass diesem sich bequemt der Menschen edles Streben.    Hölderlin

(La plenitud se alcanza en esta vida
y el hombre se acomoda con noble esfuerzo a ella)