martes, 28 de noviembre de 2006

primera mañana

Vendrán más mañanas, serán horas de otra luz cuando marzo venza los rigores del frío y asome la primavera su gloria y su paz, su aire sereno; pero estas mañanas de invierno, con la casa fría y la calle cristalina, llena de niños dormidos y madres templadas, con el sol muy alto, muy firme en su color blanco y exacto, son mañanas únicas. Mañanas en las que tu te vestías sobre la cama, por mor del frío, y después tomábamos un café, ateridos de frío y de emoción: éramos dos y nos amábamos.

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