domingo, 18 de octubre de 2009

Verdes campos

Un instante: salir a la calle en el Paraíso después de la lluvia. El mundo está abierto y es cercano, cierto. Mojadas las calles entre casas antiguas y las veredas con hortensias. Los pétalos rosados, blancos, están llenos de gordas gotas de agua pura que, inmóviles y solemnes, permanecen un instante en su ser hasta que resbalan pesadas y caen. El aire trae una brisa acogedora y limpísima, como el viento suave del primer día de la Creación. Está desierto el Paraíso, pero hay vida en las casas, en las luces amarillas de las cocinas y en el olor a caldo. Camino despacio, entre el fresco y la brillante humedad. Nada me falta.
...la pequeña patria lejana, verdes campos bajo la lluvia.
Álvaro Cunqueiro

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