miércoles, 21 de agosto de 2013

Gloriosos mediodías

Enfermedad, muerte, disolución, acabamiento, sí. Pero también la vida abierta, carnal, invitándonos cada mañana. Y cada mañana es la única realidad: vida de más, vida cierta, vida nuestra. 
Leía ayer noche a don Àlvaro Cunqueiro : Y con decir del aire terrenal y el dulce sol, abren ventanas claras en la infernal tiniebla, abren allá gloriosos mediodías...Ha amanecido sobre la tierra cantábrica la mañana clara de sol y azul y ya el mediodía avanza gallardo, más azul aún. Y todo esto es Verdad.


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