jueves, 8 de julio de 2010

Carlos y la altura

Bea escucha a Carlos reír, gritar, llamarla. Bea vuelve la mirada y Carlos, ya en pie, está agarrado a la cuna, las piernecillas casi firmes sobre el colchón. Él sabe, en su desconocerlo todo, que está ahí el mundo, para él, abierto, cercano, hermoso, y lo está mirando en pie. Le gusta tanto a Carlos la vida, sus trabajos, los días, que ríe salvaje, inocente, porque ya está aquí, dispuesto, en pie.
"Caminamos por los alrededores de la ermita, distraídos y suspensos. La tarde parece apartada, abstraída del tiempo, una mera creación del espíritu. Si yo pudiera imaginar, crear otro mundo, imaginaría este mismo mundo". Josep Plá, El cuaderno gris.
(1 de mayo de 2010)

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