jueves, 23 de julio de 2009

Enseñanzas

"Me obsesionan las aguas", decía el pescador anciano en un atardecer sobre el río Big Blackfoot. Yo, que he nacido en un paraíso oculto dentro del agua remansada y potente del Cantábrico, he tenido que esperar muchos años para que el agua me enseñara una verdad simple: perseverar, continuar, no abandonar, seguir, persistir, pese a todo. Eso me ha enseñado mi cuerpo dentro del agua, todos los días, rompiéndose, al límite, para después, ya destrozado, nacer nuevamente a la vida.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio