lunes, 16 de julio de 2007

Salmos

Durante mucho tiempo, en la pared de mi escritorio: non timebo mala, quoniam tu mecum es.
Frente al féretro de la madre de A., leído con voz pura por su mejor amiga: el Señor salva a los justos.
Cuando yo había caído: el Señor libró mi alma de las tumbas vacías.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio