Adiós, Paraíso
Para mis hermanos
Adiós, Paraíso de cielos altos; adiós a los colores puros y a las brisas frías. Adiós al Ideal, a la tierra buena, al país de la lluvia y del sol pacífico. Adiós, palacio de altos cristales, tan alto, fino y nervioso.
Adiós a mi juventud que aquí, este verano, he abandonado. Vuelvo a la niñez que aquí, en toda su pureza, está para mí conservada.
Hasta luego, Paraíso. Que tu verdor me guarde un invierno más.
Tres villas como tres palacios, tan altas, finas y nerviosas como castillos, se miran en la ría. El pasajero en Lugo, Álvaro Cunqueiro.
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