domingo, 21 de diciembre de 2008

Ana María Matute

Un unicornio sobre un fondo índigo, que desaparece por la esquina de un tapiz y vuelve volando armoniosamente a su lugar, seguido de un leve rumor de follaje pisoteado, y olor a hojas caídas. La tarde que se abre en gris para acogerme. Frío. Un libro abierto en cuya portada fulgura un unicornio sobre un fondo azul índigo. Toda la oscuridad del mundo y de la vida mezclada con la luz de la verdad, la luz que cada uno se ha procurado, la que ha encontrado y guarnecido dentro de sí como una joya rara.
(Lunes, 22-12-08)

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio