Muerte
En el fulgor vegetal de esta tarde cantábrica, dorada, verde, azulísima, ha muerto en la carretera un joven. Empezaba su vida a ser digna y victoria. La tarde, ajena. Los valles, el silencio, el esplendor.
Pienso en una idea de Leonardo: lo que yo quiero es hacer milagros.
Entre el absurdo y la maravilla, esta vida extraña.
Los árboles en Vermont y New Hampshire ardían suntuosamente, con un lujo que de no ser vegetal sería intolerable. Eugénio de Andrade.
(Jueves, 30-8-07, 21:30)
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